El trasiego del común (Diciembre 2007)


Costa este de México, golfo de México, 1489. Aparece un blanco, va subido en una embarcación de madera, grande, con grandes velas. Un blanco baja junto con otros, comercian, se follan a juanita. Parecen agradables y el que se follen a juanita es normal, ya nos la hemos follado todos. Se van. Curiosos éstos blancos, sudan mucho y hablan raro.

Costa este de México, se funda Veracruz, 1519. Aparece otro blanco, ahora son tres naves, vienen para quedarse y eso ya no es lo mismo que comerciar y follarse a juanita, de hecho,  ahora se vuelven a follar a juanita, que no deja pasar ninguna oportunidad, y se follan a las hijas de juanita y a las que no tienen nada que ver con juanita. Además traen la viruela, mandan, conquistan, cambian todo.

Sur del desierto Líbico, octavo milenio antes de Cristo. Un pueblo libio esclaviza una tribu de bosquimános. En este caso no se andan con bobadas, se coge al pueblo entero y se les manda al norte, nada de colonización, absorción obligatoria.

Roma, año 26 d.J.C. uno de cada tres habitantes es esclavo, por ahora no hay problemas, es bueno que los bárbaros trabajen, tampoco se sabe que tengan sentimientos, eso sí, mueren con relativa facilidad.

Alemania, Hannover, 1952. Llega un tipo bajito, español, inculto, pobre. Bueno para reconstruir y además viene con mujer. No habla alemán, hace todo con gran diligencia, amasa dinero y no molesta. No se mezclan, trabajan y esperan a que un día puedan regresar a España, o no.

Colonizaciones, esclavismo, emigración, trasiego, deslocalización, nomadísmo. Por una u otra causa la gente no se está quieta. No en vano tenemos un porcentaje muy elevado de agua en nuestra estructura. Por tanto, como el agua, no sabemos mucho de barreras y fluimos sin necesidad de inclinaciones del terreno. El hombre es capaz de deslizarse incluso hacia arriba, y tiene la mala costumbre de sucederse y de ir entendiendo, y de acostumbrarse o traer sus costumbre propias desdeñando las ajenas. El ser humano  lleva miles de años mezclándose, extendiéndose, y la asimilación de un cuerpo extraño nunca es instantánea. Estamos en un punto en el cual no entendemos que Atilano, que vive en un pueblo de la Castilla profunda y cutre, se sienta sorprendido al ver que  una familia de Mali haya venido al pueblo con la pretensión de crear una casa rural inteligente, en la cual los tomates se busca que sean cuadrados para que a la hora de transportarlos entren mas. No se trata de xenofobia -¡joder, es que yo no habia visto nunca a un negro, y además esos tomates son muy raros!-, decía Atilano a un medio de comunicación de Madrid mientras unos contertulios de poco mas o menos se reían de él sin comprender.

La complejidad del tema se entiende desde la simplicidad. Lo distinto nos interesa y nos asusta. Cuando un realista se enfrentó a las primeras pinturas negras de Goya también se vio amenazado,- ¡joder, pero si pinta con las manos!

Antonio vive en un piso en Lavapiés, primero de marzo del 79. Llega un tipo de Pakistán.- Es majo el chico éste e intenta aprender español y le gusta Farina, curioso.

A los diez años el edificio de cuatro plantas está ocupado por diez paquistaníes, un ruso, seis rumanos y dos chinos. Ya no se escucha a Farina, el olor es a curri y a pimienta negra y la música no se entiende. Antonio es minoría, es apartado.

No se trata de entender, se trata de respetar. Las migraciones son y serán, y con ellas van trabajadores, putas, ladrones y cerebros. Cada uno hace lo que puede y los que son colonizados tienen derecho a sentirse importunados, el mismo derecho que los colonizadores. No es por ser español, es por ser humano. Se deben encajar las necesidades y los días, y curiosamente los que van, van por necesidad u obligación y los que reciben lo hacen por lo mismo.

En los inicios de la era cristiana se pobló la isla de pascua, tras mas de mil años sin ningún tipo de contacto, hacia el 1750, la isla es descubierta y recibe emigración. En menos de 150 años desaparecen la gran mayoría de los árboles y son destruidos o tirados al suelo los fantásticos moaris. ¿ Qué sucedió con los chirikawa, con los mexicas, con los tibetanos, con los tutsi, con los incas, con los celtas, con juanita?. Me apetece la diversidad y reconozco el movimiento de lo humano, la vida en danza, y me encanta el vecino que me invita a asados argentinos, de la misma forma que tengo derecho a quejarme del puto blanco que no hace callar al perro o del puto negro que me ha robado la cartera. Hay mucho hijo de puta y una desmesurada falta de educación. Todo se resume entre el respeto y la libertad que no agrede la de otros. No me busquéis entre los maximalistas, ni son todos tan buenos, ni son todos tan malos, lo curioso es que no hay vuelta atrás, y si a una persona le tocas en el habitat, reacciona, lucha, traga, desprecia, acepta o se ilusiona, sabiendo que ya nada será igual.

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